martes, 29 de marzo de 2011

El panquequerismo de Macri.

 La relación entre EEUU y Mauricio Macri se vio sacudida por la difusión de los supuestos cables diplomáticos norteamericanos a través de la página wikileaks en donde  se le endilgaba brusquedad, una maniquea visión del mundo y su incomodidad con las sutilezas en las relaciones interpersonales.

  Al otro día de la publicación de estos cables en algunos medios locales, que habían reproducido el diario El País de España, el jefe de gobierno porteño salió a defenderse aduciendo que no hay que darle mayor importancia a lo que dijo la embajadora Vilma Martínez en aquella ocasión, ya que se trataba de funcionarios de segundo o tercer nivel. "Por ahí tuve un mal día" dijo, justificándose. Luego había añadido que eso era toda una noticia para aquellos que decían que con él volvían las relaciones carnales o que era el chupamedias de EEUU, dos cuestiones que son más o menos la misma. Esta defensa es bastante pobre o casi inútil para un funcionario de "primer nivel"  como él que hace constantes giras por el exterior. Podríamos decir que en ninguna de sus declaraciones hizo una defensa de sí mismo o de la soberanía nacional sino que se encargó de excusarse con lo del "mal día"

  La sorpresa se produciría una o dos semanas después, cuando la embajadora en Argentina salió en una foto estrachandose la mano con Mauricio Macri y su actual mujer. Sonrientes y tomados de la mano, habían asistido a un confite organizado por la misma embajada estadounidense...
 Realmente sorprendente, o mejor dicho ¿realmente sorprendente? No. Para nada sorprendente Macri es otro personaje que pervivó al menemismo y no es más que su continuador. Por lo tanto si los yanquis dicen porquerías sobre él sabrá como agachar la cabeza sin jugarse demasiado. Esa pequeña operación montada de común acuerdo para decir: "Ven? Entre nosotros está todo más que bien. los cables de wikileaks también pueden mentir." Esa operación es un clarísimo signo de que Macri y los yanquis representan intereses asociados, intereses que ciertamente -y hasta un burro se da cuenta- no son los mismos intereses que los del pueblo.

 En su discurso Mauricio dice que estamos aislados del mundo: lo cual para un lector avezado significa: lamentablemente se terminaron los trascendentales negociados entre el imperio yanqui y los oligarcas locales, entre quienes me encuentro yo. Se acabó la soberanía del FMI sobre la soberanía nacional, etc. eso quiere decir Macri quien se lamenta que no lo dejan hacer cuando en realidad es él el inútil que no sabe hacer nada.